07 diciembre 2008

Zeitung

EL periódico que ven es el Tagesspiegel, el espejo del día. Hoy voy a postear sobre los magnos tabloides alemanes y las costumbres informativas de la gran ciudad de color gris (y que alguien se atreva a adjudicarle otro color).
Un periódico que se precie tiene que ser, como mínimo, del tamaño de las sábanas de la cama de invitados, que siempre es algo más antigua y por tanto nunca más grande de 80 x 180 cm. Los periódicos españoles, y sobre todo en domingo, asustan por el grosor; únicamente gente como mis viejos que dedican el domingo ritualmente a leer los periódicos, consiguen prestarle la atención que se merece (aunque no siempre se la merece). Aquí el grosor más la variable dimensión, disuaden bastante... olvídate de ir leyéndolo en el transporte público de camino al trabajo, la hablidad de doblarlo y desdoblarlo sin asoballar al vecino de asiento únicamente la tienen los nativos que comienzan leyendo el periódico a los 15 años, eso es entrenamiento señores. Yo al llegar a esta ciudad hace más de dos años me esmeré por leerlo, comprándolo 3 veces por semana conseguía leer los artículos más interesantes, por supuesto la sección feuilleton (que sí, ya sé que suena algo obsceno en español) se podría traducir por cultureinment, la traducción "folletín" sería también correcta, pero dudo que alguien nacido en los 80 que no haya estudiado periodismo o similares como menda, entienda realmente qué es un folletín.
Pasado un año decidimos adquirir un televisor, eso fue la ruina del periódico, pues he de decir que los periódicos alemanes no se hacen fáciles de leer. Expresiones gerundivas para ahorrar frases compuestas que consumen más espacio... resultado frases con muchísimos verbos adjetivados y al final de todo el verbo activo que le da sentido a toda la frase... en fin para no aburrir a los agenos, o lees rápido o te pierdes entre tanto gerundio.
La televisión es, para el aprendizaje del idioma, el recurso más fácil, a la semana de tener tele en casa (y verla) se empieza (o se vuelve) a hablar en alemán, tras tres meses no molesta tanto ver películas dobladas. Pero es un recurso de doble filo: al pensar que compensa, uno se confía y empieza a comprar libros o en mi caso sacarlos de las bibliotecas en su idioma materno, y poco a poco se pierde la costumbre de leer en alemán que es algo muy distinto a hablarlo u oírlo pues el idioma escrito es mucho más rico que el hablado (y en eso casi ningún idioma es excepción). El estudiar en alemania siginifica no perder esa costumbre de leer en alemán textos científicos, que a su lado una crónica sobre la situación política del Estado federado de Hessen se hace facilongo. Yo prefiero prever y volver al "ritual" de elegir periódico (porque aquí uno no es fiel a una línea de pensamiento), desdoblarlo, extraer sus diferentes secciones como si fueran matrioshkas y comenzar a invertir 2 horas en él.
El periódico más popular entre la clase intelectual es sin duda el Süddeutsche Zeitung, es también con el que uno puede conseguir los DVDs de la criterion collection. A mí me da mucha rabia que ninguno (salvo el Tagesspiegel del jueves) invierta un par de páginas en anunciar la cartelera, pues un periódico es fácil de llevar consigo, el ordenador con acceso a internet es algo más jodido, lo digo porque soy una persona que decide ir al cine de manera bastante espontánea y no siempre uno pasea por delante de un Kino. Es una cosa en la que hecho de menos Madrid, uno no puede entrar rápidamente en un bar y mirar la cartelera en un periódico. De vuelta al consumo de información en masa (pues como diría Chus Lampreave el Masa media), yo recomiendo la periodicidad semanal, Der Spiegel en formato revista o Die Zeit en formato sábana, para quien les guste el riesgo. Para mí es la única opción que me permite leer la mayor parte de la publicación sin que quede obsoleta. Además de ser la que más le va al medio ambiente...
Foto: Der Tagesspiegel (Dom. 7 Diciembre 2008)

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