23 mayo 2009

De la croisette a su sala de cine

Comentarios sobre el artículo "Sobredosis de psicodelia" (El país de hoy) y cómo no veo la utilidad de la crítica destructiva.

Querido señor Boyero;

Conozco su fama de crítico en el destructivo sentido de la palabra. Todos los aficionados al cine que leemos con regularidad crítica de cine sabemos que en lugares como la Croisette de Cannes se enseñan productos extremos, cada autor quiere cada año presentar una versión más enrevesada de sí mismo. Quedo atónita ante la poca ceremonia que ustedes, críticos, le hacen al hecho de acudir a un festival de cine. Algo que solo pasa una vez al año, una experiencia abrumadora, agobiante y fascinante a la vez. Pero la historia se repite, las terribles críticas que los españoles leyeron sobre el festival de Berlín, donde por tercer año consecutivo, degusté películas de lo más disfrutables, pero sobre el que tuve que leer en las páginas de El País únicamente las cansinas reseñas sobre las peores películas, las más deprimentes o las más experimentales, proyectos cinematográficos que juegan con los límites del género y del cine, con las el público español no siente especial afinidad.

Los festivales no son únicamente para sacarles sabor amargo. A los futuros espectadores españoles les interesaría más la mención de que se aproxima la última de Loach, que promete fútbol y personajes decadentes, temas tan británicos que sorprendentemente tanto conectan con el público allá en casa. O desvelarnos algunas reacciones a la misteriosa Ágora, la nueva película de Amenábar que desde hace años prepara... Si lo que usted busca es relajarse y ver una bonita historia pudo haber disfrutado, seguro, la nueva de Ang Lee, una historia sobre la génesis de Woodstock o pudo haberles dado esperanza a los (no pocos) seguidores del cine de género con los excesos de Inglorious Bastards, o tantas otras películas de terror y vísceras que parecen haberse presentado fuera o dentro de concurso. Si se siente nostálgico, una aportación de alguien como Alain Resnais debería ser ya razón suficiente para pasarse por la sala oscura o si, simplemente, quiere darse una buena sesión de mogollón de cine francés, Jacques Audiard presenta nueva película, un director que ha demostrado dominar el arte de contar historias con un toque morboso de lo más digeribles.

Cannes es una cita cinematográfica que no permite al cinéfilo medio su disfrute, al contrario que otros festivales más accesibles, pero ustedes son responsables de dejarnos con ganas de ir al cine, no de quitárnoslas. Después de todo, son esas películas las que van a alimentar nuestras salas en unos meses.
Un saludo de una lectora esporádica desde Berlín.


Para leer el artículo: Sobredosis de Psicodelia

Aquí puedes leer un par de críticas favorables sobre películas recomendables vistas durante la Berlinale 09 y 08

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